sábado, 29 de junio de 2013

Fin de curso en Santa Juliana

Ya viene siendo una tradición que cerremos el curso en el colegio Santa Juliana de Santillana. Además, no solo se trata de acabar un curso, sino que siempre hay algo de despedida en estas fiestas. Está la despedida hasta el nuevo curso, allá por septiembre, y por otro lado y con un valor sentimental relevante, está la despedida de aquell*s que dejan el colegio para iniciar sus estudios de la ESO en un instituto. Para ell*s las emociones son más hondas y el tránsito tiene un componente de salto, de evolución. Se notaba el pasado viernes 21 de junio, como en otras ocasiones sucedió.

Llegamos al cole hacia las 10:15 para montar equipo y hacer prueba de sonido. Esto es una rutina que tenemos interiorizada y es más un trámite que una labor pesada. Siempre vamos con tiempo, para así tomárnoslo con calma, hablar y realizar una planificación tranquila. Disponíamos, como otros años anteriores, de una tarima alta dispuesta por el colegio. Alrededor nuestro habían instalado juegos colectivos móviles, para ser "desmontados" antes de nuestro recital.

Dimos comienzo el concierto con un tema antiguo: "El vals del pelegrinu", que incluimos en nuestro primer CD. La gente se fue acercando y para cuando concluyó este primer tema, ya teníamos a casi todo el colegio en derredor. Fue fácil entonces inicar una Animación de Danzas del Mundo, participaron tod*s, alumnado, profesorado y padres y madres congregados. Éstos últimos, participan y colaboran con la fiesta ayudando a instalar montajes y aportando viandas que son distribuidas al final de la fiesta. Todo lo imaginable: tortillas, empanadas, fiambres, ensaladas, empanadillas, croquetas, huevos cocidos, tartas, bizcochos, pasteles... En definitiva, una orgía culinaria que, una vez acabado el concierto y habiendo deseado a tod*s un grato verano y, especialmente dedicado a los graduados de 6º, aquell*s que marchan al instituto; se nos ofreció amablemente y nosotr*s dimos buena cuenta de ello.

¡¡¡Buenas vacaciones, feliz verano a tod*s!!!

sábado, 22 de junio de 2013

En el colegio Menéndez Pelayo de Torrelavega

Un año más nos invitaron al Mercadillo Solidario que organizan el profesorado y alumnado del colegio público Menéndez Pelayo de Torlavega. Colaboran, como en anteriores ocasiones, las familias y antiguos alumnos del centro. Es un´formato de mercado que permite a la gente menuda ser protagonista de las actividades. Supone, por una jornada escolar, que ellos y ellas se encargarán de gestionar los diferentes puestos dedicados a venta de productos de segunda mano, de plantas sembradas y cuidadas por ellos mismos a lo largo del curso, organizar pruebas de destreza y habilidades, venta de libros, etc. Todo ello para lograr unos beneficios que se donan integramente a ONGs. 

Como en otras ocasiones, pensamos más efectivo realizar dos pases de música y baile: uno para los más pequeños y otro para los más mayores. Comenzamos con el grupo de los chicos y chicas de infantil. Es un grupo muy numeroso pero fácil de trabajar. Hicimos varios bailes y animaciones adaptadas a su edad. Como la mañana estaba algo nublada, nos resultó muy agradable para hacer ejercicio. Después de 45 minutos con el alumnado de infantil, comenzamos a tocar varios temas de reclamo para los mayores, pero éstos se encontraban enfrascados en sus labores de "tenderos" en el patio de al lado. Costó un poco encontrar un grupo de bailarines, pero al final lo logramos. Acabamos nuestro recital justo cuando desmontaban los puestos del mercadillo y se retiraban alumnos y padres.



martes, 11 de junio de 2013

En la Virgen del Mar


El oficio de músico, al igual que otros oficios que operan a la intemperie, suele mirar a menudo al cielo, escudriñando las nubes, los claros... en definitiva, tratando de saber cómo se presenta el tiempo durante el espacio que dura un concierto, más montajes, pruebas y recogida de material. Dependemos mucho de la climatología. Ésta, determina si asiste público o no, si se mojará o no el equipo, o si vamos a pasar un calor infernal tostándonos a pleno sol.

El domingo 26 de junio tocábamos en La Virgen del Mar, en San Román de la Llanilla. San Román es un pueblo, pueblo, pero perternece al ayuntamiento de Santander, es decir, está muy cerca de la urbe. San Román, Monte y Cueto son los pueblos que se encuentran al norte de la capital cántabra, en plena costa.

La romería de la Virgen del Mar se celebra el lunes y domingo después de Pentecostés en la isla del mismo nombre, donde se ubica una ermita en solitario que alberga la imagen de la patrona de Santander. El lugar es muy guapo. En la campa que rodea a esa pequeña construcción religiosa se montó el escenario, una cachapera de sidra, un bar de campaña y el asador de sardinas que repartió raciones a la gente asistente.

El concierto estaba anunciado para las 16:30 h. por lo tanto, llegamos a montar a las 15 h. Cuando llegamos, prevenidos de la posible afluencia de numeroso público, nos encontramos con un viento enfurecido (recordemos que estamos en primera línea de costa) y la gente recogiéndose y desmontando los puestos de venta ambulante tan típicos de las romerías. Las banderas estaban estiradas, cuasi perfectas. Los mástiles se doblaban por el empuje de una corriente de aire incesante. Pintaba mal.

Atravesamos la pasarela que une el "continente" con la isla y nos dirigimos al escenario. En la pared oeste de la ermita había un numeroso grupo de gente asubiada del viento, al socaire. Comenzaron a caer unas gotas de lluvia que llegaron hasta el centro del escenario. Pintaba muy mal.

Aún con todo, hicimos la prueba y esperamos un cambio radical del tiempo. Vana espera. A la hora en punto, iniciamos nuestro concierto con apenas 10 personas frente a nosotros. Intercalamos bailes y vimos como se acercaban algunos valientes a participar de las danzas. Gotas de lluvia esporádica y un aire incómodo. Tocamos durante una hora, lo establecido para la ocasión. Pocas veces bajamos del escenario con tanta celeridad, pero la lluvia nos mojaba incluso dentro del escenario.  Agridulzor.