lunes, 11 de agosto de 2014

Ay, nin... Suances

Decíamos ayer, bueno, en la entrada anterior, que en Garma tenemos varios lugares (puertos) donde arribamos y nos sentimos cómodos y bien tratados. No importa las veces que toques en esos lugares, siempre salimos con grata sensación. Suances no es uno de esos lugares, por razones que se nos escapan en esta villa no nos funcionan bien las cosas.

El pasado 1 de agosto se celebró en el auditorio Bassens de Suances, ubicado a las afueras del pueblo, al final del parque del Espadañal, el denominado Suances Folk Festival. Acudieron El Cantar de la Comadres (romancero tradicional), A doble Cambáa (tradición y folk) y Garma (folk). Cada grupo tocaría una hora.

La previsión meteorológica era dudosa, pero el agua respetó todo el desarrollo del festival, que se inició a las 22 h. Como es de esperar, entre grupo y grupo hay un impás de unos 15 ó 20 minutos, dedicados a cambiar escenario, cables, monitores, recoger o desplegar instrumentos y montar nuevos micrófonos. Por lo tanto, aunque la previsión oficial era que empezáramos a las 00:00 horas, eso sabíamos que era imposible. Así, subimos al escenario a las 00:40 h. Del público incial, poco quedaba, las familias se retiraron atravesando el parque, que aprovecha una vaguada entre La Tablía y La Jerra (en Suances lo escriben con "g", pero es una aspiración de la palabra Sierra, así que... Jerra, como se escribe en el resto de lugares de Cantabria con mismo topónimo). 

Arrancamos el concierto con la novedad de tener a Romina García Acebal, que ya colaboró con nosotros en Folkomillas, como cantante solista, puesto que nuestra cantante, Pilar, estaba en Valencia ofreciendo un concierto. El sonido en los auditorios es difícil, su estructura favorece el mal sonido interno. Para colmo, tuvimos los monitores apagados todo el concierto, lo cual supuso una dificultad añadida para oirnos y tocar con efectividad. Hicimos lo que pudimos, oyendo, como buenamente podíamos lo que nos llegaba del exterior. Difícil, difícil.

miércoles, 6 de agosto de 2014

En la fiesta de Santiago en Frómista

Frómista es uno de los puertos de Garma. Arribamos a ellos periodicamente, bien por ser una tradición nuestra presencia, bien por ser domicilio de alguno de los/as integrantes del grupo. El concierto del 25 de julio en la plaza San Martín de esta localidad de Tierra de Campos palentina es por la segunda opción. Fernanda es residente y vecina de Frómista, concretamente, de la finca ecológica-biodinámica Castilla Verde. Nuevamente, tocamos en casa.

En esta zona de la Meseta, en julio hace mucho calor por la tarde y por la noche, pero en ocasiones se adelanta el viento norte más típico de agosto y por la tarde-noche refresca bastante. Esto es lo que sucedió el día de Santiago, mientras hacíamos la prueba de sonido, el viento cálido se metía en micrófonos y arrastraba sillas o alejaba partituras y papeles. La colegiata de San Martín, imponente y hermosa, a nuestras espalda, no nos proporcionaba el suficiente "asubiu" contra el aire.

Dimos comienzo al concierto a las 20:30 horas. El sol aún imperaba en el cielo, pero con mucho menos rigor. El vieno no cesaba. Dimos cuenta de los temas de nuestro repertorio, para aproximadamente una hora y media, más o menos. En las terrazas paralelas a la plaza se reunían lugareños, visitantes y, entre estos últimos, bastantes peregrinos. No olvidemos que Frómista es uno de los pasos claves del Camino de Santiago francés, el del interior. En la plaza, mucha gente participó animosa de nuestra música e, incliso, de nuestros bailes.


Al poco de ponerse el sol, el viento, que no dejó de soplar, se volvió fresco, por no decir frío. Necesitamos abrigarnos antes de acabar con un bis y con un grato sabor de boca por la acogida fromisteña.