La lógica natural, por aquello de los principios y finales, es que tras un tiempo, mayor o menor, un evento haga su recorrido y llegue a su fin, acabando, extinguiéndose. El caso que nos trae aquí, como mínimo es curioso. Allá por los inicios de los años 90 del siglo XX, el festival de folk de Cóbreces (uno de los pioneros en Cantabria), echaba el telón y, durante estos 27 años añoramos (aquellos que nos dejamos caer por sus lejanas, en el tiempo, ediciones) sus paisajes y siluetas con ambiente de festival folk.
Pero, inesperadamente, un grupo de jóvenes venteañeros se liaron la manta a la cabeza y no han parado hasta recuperar un festival folk para Cóbreces. El nombre es otro, haciendo referencia al lugar de la costa, hermosa, de Alfoz de Lloredo (municipio). Boláu Folk es un renacimiento. Nos llamaron para tocar y fue un honor estar en esta nueva etapa. Aceptamos, cómo decir que no.
La tarde del viernes fue bien, pero el sábado cayó una tremenda tormenta en la campa del CEIP Quirós (lugar donde se celebraron los últimos festivales de los 90 y escenario para esta nueva edición). Tan fuerte fue, que la campa se inundó, así como las cachaperas y, lo que es más grave aún, el equipo de sonido quedó malogrado. Afortunadamente, el técnico se repuso y utilizando un equipo más pequeño, logró sacar adelante las pruebas de sonido. La suspensión del festival estuvo planeando todo el tiempo, pero al final no se llevó a cabo.
A las 22;30, aproximadamente, iniciamos nuestra animación de Baile Folk. Todavía había luz natural, pero según avanzaba la noche, ésta desaparecía. Pese a todo, pudimos hacer una hora de concierto con numeroso público bailando en la oscuridad. Nuestra enhorabuena a todos/as los/as que hicieron posible ese feliz día.
