martes, 12 de noviembre de 2013

Preparando los conciertos de navidades

Aún no hemos confirmado algunas fechas que están en el aire, pero en estos momentos tenemos confirmados dos conciertos: en Colindres y Laredo.

El primero será el 28 de diciembre en la villa colindrina, donde ofreceremos un concierto de repertorio normal, aunque añadiremos una pequeña sorpresa con unos chavales de la localidad. El segundo será el 29 de diciembre en el CAD de Laredo, un centro que conocemos bien y que nos ha acogido hace algunos años. Allí ofreceremos un concierto de villancicos cántabros extraidos de nuestro CD LLAR. 

Desde esta semana nos ponemos a tope con los temas navideños cántabros, esperando poder estrenar un villancico este año.

viernes, 8 de noviembre de 2013

De errores y de cadenas

Errar es humano. Partiendo de esa premisa somos conscientes de nuestra relación con el error. Muchos son los fallos o errores que cometemos a lo largo de nuestra existencia, numerosos por la falta de experiencia o de habilidades, ingenuidad, cansancio... Incluso, puede ser fruto de la falta de amor o aprecio por lo que se hace, por aquello que llevemos a cabo, sea ésto lo que sea. Podríamos decir que hay errores sueltos, es decir, que son únicos, que se producen una sola vez. También, podríamos hablar de errores en cadena, que añaden una suceción de errores al primero de la secuencia. Por último, a veces somos testigos de errores que son fruto de la intencionalidad, a sabiendas de que la acción u omisión será un error o una falta. Ésto último es más escaso, pero mucho más doloroso. Si llevamos esta exposición a un extremo, podríamos decir que una vida llena de errores intencionados, puede ser una pesada cadena.

Ayer, viernes 8 de noviembre, teníamos que haber ofrecido un concierto en Potes, durante la Fiesta del Orujo. Teníamos que haber subido al escenario y hacer nuestro trabajo, para ello fuimos convocados y contratados. Sí, fuimos contratados por medio de un contrato legal, con sus cláusulas y condiciones. Pero un error, error único, nos dejó fuera del cartel anunciador de las fiestas. En nuestro lugar apareció otro grupo cántabro. Los promotores, no hace falta decir quiénes, nos aseguraron que era un fallo suyo sin ninguna consecuencia. Se equivocaron al hacer el cartel, pero aún así, no hicieron nada por subsanar el error, cometiendo otro error, podríamos decir de confianza. Nosotr*s, nos pusimos en contacto con un integrante del grupo que aparecía en el cartel. Éste no sabía nada de esa fecha ni de ese concierto. Ahí quedó la cosa.

Pocos días después, una llamada del promotor del concierto nos informó de la nueva situación. El lider del grupo que aparecía en el cartel por el error suelto, había hablado con el alcalde y, éste, tras su conversación con el músico y animado por una mejora de las condiciones, había resuelto que Garma salía del concierto, contratando al nuevo grupo. Aquí están los errores en cadena. Podríamos reclamar y hacer valer el contrato firmado, pero eso nos parece otro error, de modo y manera, que nos quedamos ayer ensayando en Comillas. La conciencia, eso sí, muy tranquila.

De todo lo dicho, lo que además de un error es un horror, es la actitud de esa persona que aprovecha los fallos para sacar provecho propio, en este caso, para ofrecer un concierto para el cual no había sido llamado. Eso es un error intencionado y esa forma de conducirse por la vida  genera cadenas, muy, muy pesadas. Qué pena.