viernes, 17 de enero de 2014

Acabando el año en Ruiloba

Dejamos para el final el concierto de Ruiloba, en la iglesia, con nuestro público. Recital de despedida del año y de los conciertos de navidades. Fue el pasado 30 de diciembre, un lunes a las 20:30. Era arriesgado el día y la hora. Podíamos estar solos.
La prueba de sonido, con Marcos Gómez, empezó a las 19:30. Un mero trámite, Marcos nos conoce y tiene el equipo listo para ponerse a "prueba". 
A las 20:30 estábamos en la sacristía preparando la "entrada" al "escenario" y el templo estába abarrotado de gente. En los laterales todo lleno, incluso en el suelo, frente a los instrumentos, había gente. Un llenazo anima y nos empuja con más ganas de tocar.
Comenzó Daviz con la gaita el tema Carrasquís, Carrascás, entró solo a la iglesia, incorporándonos, uno a uno, el resto de integrantes. Así, poco a poco, fueron desgranándose los temas de un concierto que duró una hora y 15 minutos. El público, entregado y participativo. Un placer.
Nos despedimos del año deseando lo mejor para este nuevo año. Tras recoger materiales, un brindis por el 2014.

lunes, 6 de enero de 2014

En la Residencia de Laredo

Siempre hemos dicho que los conciertos LLAR de villancicos cántabros tienen un especial significado para nosotr*s. Nos permite ofrecer un repertorio distinto -y el cambio es algo interesante-, es más tranquilo, pausado, nos permite estar sentados frente al público, con calma y de forma más "recogida". Por supuesto, el repertorio ayuda a esta manera de tocar. El espacio y el horario también son distintos. Todo en sí es diferente a los conciertos que damos en otros momentos del año. Nos gusta esta diversidad. 

Tocar en el CAD de Laredo fue algo muy especial. Fue un reencuentro. Fue emocionante. Fue el 29 de diciembre. Hacía dos años que no tocábamos en este centro, bien conocido para alguno de nosotros. Conocemos nombres y eso lo hace más emocionante.

Comenzamos el concierto a las 18 h, controlando mucho el tiempo para no pasarnos, ya que algunos residentes muy dependientes, deben subir a sus plantas para la cena. Nos organizamos bien y salió perfecto. Cuando ofrecimos nuestro potpourrí de villancicos populares, comenzaba el desfile de sillas. Misión cumplida.

Tras recoger instrumentos y equipo, nos dirigimos a una de las salas de estar del centro, donde nos esperaba un refrigerio, gentileza del CAD. Buen recuerdo en todos los sentidos.