El frío llegó, sólo lo fuerte resiste fuera de la tierra, mientras, ésta permanece pensando, elaborando los planes, los proyectos de vida y fertilidad que empezará a poner de manifiesto en la primavera. Afuera todo es silencio y memoria de las cosas, y esto nos recuerda el poema de Aquilino Ceballos Abascal:
No hubo nada.
El silencio que mata la palabra.
La inútil espera sobre el agua
en las líquidas horas,
sin pasos ni miradas.
No hubo nada destacable que asumir.
Todo era
sin ser algo.
Nada hubo.
Ni calladas promesas
o abrazos sin sentido.
Era la noche
que muere en el silencio,
memoria de las cosas.
Preguntas asumidas
sin saber qué sabemos.
Sólo el verso:
Tan solo
que deslumbra.
¡¡¡Feliz solsticiu d`iviernu!!!!
Gracias a nuestro amigo Aquilino por el poema y a nuestra querida amiga Elena Díaz por la foto.
Os va lo lírico!me encanta.Esto y los villancicos que acabo de ver en youtube, muestras de una sensibilidad bienvenida en esta época contaminada por el consumismo y el merchandising. A ver que preparaís para la ansiada primavera. gracias
ResponderEliminarHola Anónimo.
ResponderEliminarAlgo tenemos pensado para la primavera, a ver si sale...
Saludos
GARMA