lunes, 6 de septiembre de 2010

Entre dulzaineros


Fue en Gumiel de Izán, un pueblo del sur de Burgos http://www.gumieldeizan.com/ donde recalamos el pasado fin de semana. Con mucha unión y voluntad las gentes de El Puerro organizan el V Encuentro de Dulzaineros de Gumiel y, Garma ponía el concierto final a esa convivencia de músicos castellanos y valencianos (este año tocaban grupos de esa procedencia).

Hicimos prueba de sonido por la tarde, en la plaza mayor, bajo la inmensa fachada de la iglesia de Gumiel. Tras el requisito del chequeo del sonido, tomamos un descanso en la casa rural (La Botica) donde íbamos a descansar y dormir. Un rato para estar juntos y charlar fuera de los ensayos y de los conciertos, algo que se agradece. Por las calles deambulaban grupos de dulzainas/dolçainas con tambores improvisando pasacalles.

Tras los conciertos de formaciones de Aranda y Valencia fuimos a cenar "en comuña", tod*s los músic*s asistentes. En Garma, para esto del comer somos muy serios y nos plantamos l*s primer*s en el comedor del colegio municipal. Era algo pronto y estaba vacío, así que pasamos el rato echando sendos partidos de balon-tiro y futbol, esperando a l*s comensales. Tan obcecaos estábamos en el juego que no vimos llegar a la gente al comedor. Cuando entramos ya nos estaban esperando para empezar.

Después de cenar, volvimos a la plaza mayor y preparamos los instrumentos, afinamos y dejamos todo listo para empezar. Sobre la 1 menos cuarto de la madrugada empezamos a tocar. La gente estaba animada y parecía disfrutar, además la noche era cálida y despejada por lo que pudimos tocar en manga corta. Estuvimos muy a gusto. Después de tocar una hora y veinte minutos nos despedimos, pero nos hicieron salir a ofrecer tres bises.

Tras el concierto recogimos los instrumentos, vendimos discos y nos tomamos un descanso en una taberna cercana. Cuando ya nos íbamos a recoger a la casa rural, vinieron a por nosotr*s para llevarnos a las bodegas del pueblo (Gumiel está en plena comarca vinícola de Ribera del Duero). No es fácil describir la visión de una bodega castellana, excavada en barro a 15 ó 20 metros bajo el suelo y repleta de dulzaineros tocando como alma que lleva el diablo, sin espacio para revolverse. Inolvidable... increible.

Nos volvimos a la casa de turismo rural a descansar, pero hubo que echar la última y comer algo en la cocina, en ropa interior, que para eso estábamos en "casa".

3 comentarios:

  1. cris@la presentadora ;)7 de septiembre de 2010, 10:10

    fue un verdadero placer contar con vosotros en nuestro V festival de dulzaina!
    un abrazo fuerte y ... hasta la próxima!!

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  2. Fue un verdadero placer contar con vosotros en nuestro V festival de dulzaina!
    Un abrazo fuerte y.... hasta la próxima!

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  3. Felicitaros por el trabajo que hacéis y, de paso, al pueblo, que hay que reconocer que tiene paciencia con los músicos a altísimas horas de la noche (¡¡o duermen como cestos!!)
    Un abrazo, Cristina, extensivo al resto del grupo: Eneko, Alegría, Rodrigo, etc.

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