El ambiente, como suele ser habitual en estos casos, fue excelente y, desde el primer momento la entrega en los bailes fue total.
Es agradable comprobar que ya no hay complejo ni problemas entre los chicos por bailar juntos, sin preocuparse si lo hacen chica-chico, chico-chico o chica-chica. De forma absolutamente natural se forman las parejas y, bailan.
Nosotros nos divertimos mucho, disfrutando de tocar, de organizar los bailes, de la participación y de la visita de Marcos, Mila y Borja... incondicionales.
En noviembre volvemos...
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